domingo, 2 de octubre de 2011

NO DESEO QUE TE PUDRAS ~


  • Todo este tiempo tan lejos de ti no me está haciendo bien. Es prácticamente una tortura. Hace mucho tiempo, no sé en qué siglo ni en qué lugar, los hombres torturaban a otros hombres agarrando con máquinas sus extremidades y tirando fuerte, muy fuerte. Y hasta el último ser en aquellas salas podía escuchar sin esfuerzo a esos hombres gritar de dolor, y a sus huesos crujir, quebrarse, romperse, partirse en dos, en tres y en cuatro. Madre mia, hace nada pensaba en lo que debería de doler que te estiraran hasta el punto de romperte por dentro. Y hoy ya sé lo que es, sin que físicamente me lo hayan hecho. No necesito estar ahí, ni escuchar esos gritos para saber lo que se siente. Hace días que escucho al dolor chirriar en mi cabeza y noto a los pulmones estirarse a ambos lados, contrarios, para hacerse con un poco de aire.
    Esto es horrible. Tanto que ni siquiera desearía que tú lo estuvieses sufriendo. Tanto que ni siquiera estoy segura de cuánto tiempo voy a poder soportarlo. A aquellos hombres se les permitía que sus seres queridos asistieran al evento para mal-disfrutar del dolor con los derrotados. Y tú ni siquiera estás aquí para verlo. Ni siquiera estas aquí para ver cómo me rompo. Cómo me rompo por tu culpa. Por la culpa de tu ausenciaSi al menos pudieras sentir esto. Si al menos pudieras... Si al menos pudieras parar tu vida durante un segundo y sentir que me estoy pudriendo... A lo mejor, volverías. A lo mejor, me querrías.